Comienza el otoño, esa estación en la que dejas de tenerlo crudo, en cuanto a alimentación se refiere, y empiezas a tener que cocer más tus alimentos. Las cocciones largas, hacen que la comida proporcione energía yan (calor) a tu organismo tras la energía ying (frío) que te dan los alimentos crudos (verduras y frutas) de la época estival. Es entonces cuando hace su aparición estelar la reina del otoño, la cuchara.
El órgano encargado de gobernarnos durante los meses otoñales en los que tenemos que prepararnos para los cambios de temperatura, las inclemencias climáticas y la adaptación a un estado más introspectivo y de interiorización es el pulmón, asociado a intestino grueso. En medicina tradicional china cada estación se asocia a un órgano, a un elemento, en esta ocasión el metal, y a un sentimiento. La emoción para el otoño en la medicina tradicional china es la pena. Los sentimientos pueden verse aumentados y podemos estar un poco más sensible en esta estación. El otoño es temporada de cosecha – no sólo exterior sino también interior. es tiempo de cosechar nuevas ideas, nuevos comportamientos y nuevas actitudes.
Y para cuidar nuestro organismo, atendiendo al pulmón y al intestino grueso, y al las emociones que genera de tristeza e introspección, de volver a casa tras la exposición externa del verano, muchos de los platos que recomendamos tienen en la cuchara a su principal aliada. Es tiempo de cocciones largas a fuego lento, de legumbres, estofados a los que te recomendamos añadir alga kombu con la que podrás aumentar el aporte de minerales. También es tiempo de añadir alimentos picantes, ya que el sabor picante suave nos servirá para estimular el pulmón, al ser yang y con carácter ascendente, suben hacia los pulmones para abrirlos y limpiarlos. Es recomendable añadir a nuestros platos jengibre, clavo, pimienta, y miso…
El otoño es época de sopas, de guisos, de cocinar al vapor... de calentar nuestro cuerpo, de darle a la cuchara el reino robado en verano. God save the spoon!!